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VIDAS PASADAS; LA MÁTRIX DIMENSIONAL.

 

El chamanismo se caracteriza por la habilidad de “viajar” en los diferentes planos de la realidad  en busca de información para armonizar una persona o situación.

Los chamanes llaman “viaje” o trance chamánico a la separación del cuerpo físico de su espíritu y es este el que va a voluntad a las diferentes dimensiones para establecer el contacto con seres que habitan en esos lugares.

La percepción que tiene el chaman es estar en un sueño despierto. A través de ese aparente sueño es donde consiguen su Poder, completar e incrementar su energía vital para repartirla y establecer una relación con todo lo que está presente en su vida.

Cuando nosotros dejamos una situación incompleta nos ocurre algo parecido, tenemos una conexión, pero en vez de aportarnos, la energía vital se debilita a causa de la mala relación que hay con la propia vivencia y aquellas personas que están implicadas.

Todo es una cuestión de gestión de energía y emociones. Las vidas pasadas es un tema muy agradable para muchas personas, pleno de exotismo y curiosidad por descubrir lo que he sido en otras vidas; 

“Yo fui un chamán muy importante de EUA”.

“Yo una bruja muy sabia que murió quemada en la hoguera”

“Yo era un alquimista”.

Y así nos re- creamos en esa ficción mística alimentada por un ego de lo que quiero ser en lugar de centrarme en lo que soy y en el ahora. En este momento planetario hemos sido de todo; grandes personas que han aportado a los demás y perversos desechos humanos que han realizado los actos más escabrosos.

Todo ello pertenece a mi naturaleza y a mi auténtica luz y sombra. Desde que nacemos tenemos esa dualidad y debemos aprender a con vivir equilibrando ese binomio de Poder.

Volver al pasado para recuperar el momento actual.

La ayuda de un chamán es muy importante para recuperar esa energía dispersa por los diferentes planos. Personajes que siguen viviendo su realidad ajenos a esta Matrix dimensional.

Y nosotros, simples y sencillos mortales, dormidos en este sueño donde reaccionamos a través de impulsos viscerales fruto de la dispersión energética y de la influencia de mis vidas pasadas.

Pondremos un ejemplo: Imagina que en una vida anterior fuiste un pirata muy encumbrado con un barco que surcaba los siete mares.

Poseía una tripulación fiel y feroz con hombres valerosos cargados de ansias de aventura. Ese pirata fallece en un duelo.

Cuando sale su alma no se da cuenta de que murió (la mayoría de las personas no están preparadas para la muerte) y va a un lugar donde sigue re creando una realidad paralela, de nuevo recluta su tripulación (almas que también murieron y que están en un nivel energético similar) y surcan las aguas reanudando su “vida” como espíritu.

Posiblemente el lector se pregunte:

¿Como va a afectar la historia de ese pirata  mi momento actual?. Lo pasado ya paso.

A lo que respondemos:

Desde el punto de vista de la realidad ordinaria, de nuestra cotidianeidad, si, es cierto que pertenece al pasado y ya acabo, pero desde la perspectiva chamánica todo el conjunto de seres sigue “viviendo” y por tanto nos saca la energía.

En chamanismo percibimos las realidades en diferentes planos donde todo está relacionado y donde todo pertenece al conjunto del infinito.

Por tanto, el pirata sigue re creándose en otra realidad y cree que está vivo, eso hace que nos  mantengamos  unidos  a él de forma intrusiva,  exprimiendo la energía emocional para poder vivir su sueño.

Estamos raptados energéticamente.

Todo está unido energéticamente en la gran Matrix dimensional.

Partes de ti están raptadas energéticamente a causa de una realidad paralela ligada a generaciones y vidas pasadas donde ocurrieron las mismas circunstancias.

Siempre repetimos lo mismo hasta que nos damos cuenta de que no debemos hacerlo.

En este caso y siguiendo con el ejemplo que ilustra este escrito, debemos ir a buscar el momento donde el pirata está a punto de morir, acompañarlo en su último aliento y decirle que ya puede descansar.

Ahí es donde regresa la vitalidad a nuestro cuerpo luminoso y donde nos damos cuenta de que eso ya lo vivimos y por tanto no debemos repetirlo.

La manera de re conocer si estoy atrapado es auto examinarme y verme a mí mismo sin juicios, análisis ni críticas simplemente como un observador dejando que surja mi realidad como una representación de teatro, siendo el espectador de mi propia comedia.

A la mente le encanta el drama, es especialista en novelas maquiavélicas con todo tipo de argumentos  por eso cuantas más emociones incontroladas percibo más carga tóxica hay en mi ser, cuanto más me resisto a admitir mi “teatro”, más certeza de que estoy metido en mi Matrix.