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Aquí os dejo este impresionante relato de una mujer que explica su vivencia con las ceremonias con medicina indígena que realizamos.

Gracias M. A. R.  por tu aportación.

Voy a intentar expresar con palabras mi última experiencia vivida con la Ayahuasca, digo intentar porque veo difícil poder plasmar por escrito todo lo vivido sobretodo las sensaciones, voy a intentarlo y quiero compartirlo para poder ayudar a las personas a comprender, al menos un poco, la experiencia con la Ayahuasca, aunque si decir que cada viaje es un mundo y cada persona lo vive a su manera y muy diferente a otras personas.

Anterior a la toma:

Llevo una semana de dieta, tomando comidas ligeras, como zumos y purés, nada de carne de cerdo ni alcohol, ni café, preparándome para el día de la toma, 21 de diciembre.

Una semana en la que quería estar tranquila, relajada, incluso quería pedirme un día de fiesta antes del día de la toma, finalmente fue todo lo contrario, una semana muy complicada y dura en el aspecto laboral, me sentía cansada y exhausta, y con la sensación de querer llegar a todo y no tener tiempo para llegar a nada.

El mismo día 21 fue el remate final, ya no podía más, me levante con ganas de llorar, cansada y nerviosa, tenía que preparar muchas cosas, preparativos Navideños etc...etc...

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Y prepararme las cosas para irme y centrarme en mi misma y calmarme para interiorizarme antes de la toma. Finalmente consigo tenerlo todo preparado y emprendo el camino para encontrarme con mis compañeros y reunirnos, nos quedaba un pequeño rato de coche para llegar al sito.

Horas antes de la toma, me siento más relajada, compartiendo risas y a la vez nervios con mis compañeros, quiero e intento estar en silencio, pero los nervios finales no me lo permiten, aún así, a pesar de esos pequeños nervios, me siento tranquila y con ganas de empezar.

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La toma:

Entramos en la sala, en silencio y con mucho respeto, ha llegado el momento. Nos sentamos en círculo, esperando las indicaciones de nuestra chamana. Una ceremonia escrupulosamente muy bien preparada.

Llega el momento, en el que me toca beber el brebaje, segundos antes de beberlo repito interiormente mi propósito con Madre Ayahuasca, pidiendo que me muestre mis miedos internos y me los sane.

Procedo a beber, realmente el sabor es muy malo, amargo, espeso y dejando muy mal sabor. Espero a que el resto de compañeros tomen el brebaje también y nos tumbamos en los colchones preparados para cada uno.

Esta vez, decido no tumbarme, y me quedo sentada, al poco, en minutos empiezo a notar unos efectos en mi cuerpo, un mal estar, náuseas, no podía creer que ya estuviera notando los efectos, fue rapidísimo, me empiezan a invadir un sentimiento de miedo, cada vez más fuerte, mucho miedo, tristeza, frío, calor... Es todo EXPLOSIVO!

Tengo una sensación como de sentirme perdida, en una dimensión muy grande,  que no tiene fin, empiezo a visionar como unas figuras geométricas, acompañadas de un miedo espeluznante, sin poder controlar de ninguna de las maneras ese miedo, siento ganas de ir al baño, a evacuar, los asistentes me acompañan. Me siento en el baño, llorando, evacuando y sin control ninguno de mi ser...

Tristeza, sorpresa, es todo una explosión de sentimientos, la gran verdad que me mostro, tu eres CONTROLADORA en tu vida, y ahora qué pasa? no controlas nada?, esa sensación de no control me produce ansia y miedo, y solo quiero que despertar y despertar. Voy escuchando los icaros cantados por Ana, nuestra chamana que dirige la ceremonia, escucharlos a ella y el tambor, me calman, pero aún así sigo en ese lugar donde mi mente es como una locura sin control, lloro, me rio, sin poder controlar nada de lo que digo ni hago.

Sé que debo rendirme, y dejar que la planta me muestre, pero el gran miedo que siento me supera, y no lo consigo, quiero seguir controlando y despertar, volver a mi rutina... Finalmente no soy capaz de rendirme , no lo he conseguido. Durante unas horas, voy volviendo a la sala tomando contacto con todo lo que hay a mi alrededor, veo todo distorsionado, y cuando cierro los ojos vuelve esa locura, es lugar donde no controlo nada....

Y solo pido en que pase y pase todo pase para volver a lo que yo creo mi realidad. Salgo fuera de la sala, queriendo evitar la música, ya que la música me sigue induciendo al trance, un trance que me resisto a ver, me tumbo e intento descansar.

Finalmente voy dentro de la sala para cerrar la ceremonia. Estoy muy cansada, me siento triste y con ganas de descansar. Me siento como si no fuera nada, pequeña, sucia, todavía no soy capaz de encajar todo lo que he experimentado. No tengo nada de hambre y me siento muy descolocada, solo puedo esperar a que pasen los días para ir encajando.

Posterior a la toma:

Comparto la experiencia con los compañeros al día siguiente, y ellos la suya. Lo único que siento es ese miedo, no puedo olvidarlo.

Días después sigo sintiéndome perdida, sin saber cómo encajar bien todo lo vivido, y poco a poco días después voy abriendo los ojos, empezando a encajar... Se ha mostrado mi sombra, mi ego, mi resistencia a la vida queriendo controlarlo todo, uno de los mensajes claros recibidos días después entre sueño y sueño, es, no luchar en la vida sino fluir.

El universo  sabe que me debe traer, si confío en el, nada me faltará. Esto lo he aprendido en formaciones, pero puedo asegurar que necesitaba la vivencia tenida para poder sentirlo de verdad. NO luchar sino fluir.

Es como ver cara a cara una parte de mí, que ni yo veía, formaba parte de mí y me identificaba con ella, produciéndome confort. Ahora estoy en el principio de un largo camino.

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Todo lo que he vivido con la madre Ayahuasca, no se puede vivir sino con ella, ni en cursos ni formaciones, es una experiencia que aunque lo que un principio te asusta, luego se transforma en sanación del ser.

Recuerdo que uno de mis pensamientos fue.... No vuelvo a tomar....

Ahora pienso, si hay que sanar tomaré las veces necesarias para hacerlo.

Reflexiones:

Recuerdo que la decisión de tomar Ayahuasca me costó años, por lo menos tres o cuatro antes de tomar, y agradezco mucho a Ana que nunca me insistiera en ello, siempre ha respetado mi postura.

Ahora estoy agradecida en haber dado ese paso, me ha ayudado mucho en comprender mas a mi ser, mi alma, no somos nada ni nadie, y hay que despojarnos del ego lo antes posible, para poder ser luz y más luz! Somos guerreros y hay que limpiar, con decisión y sin miedo.

Esta ha sido mi segunda toma, la primera no conecté mucho, fue mas una purga a nivel físico que emocional. Esta vez pedí sanar mis miedos, y madre mía... Aún así al resistirme creo que no tuve la opción de ver más allá, aunque igualmente para mí es un gran aprendizaje, no sólo el día de la toma, los días, semanas y meses después son muy importantes.

Se va encajando todo, pasando cosas que se relacionan con todo ello, sueños en los que se muestran más cosas y poco a poco vas cogiendo más consciencia de todo ello.

También sé que esto no es nada, que hay que aprender y sanar mucho más, este es el primer escalón de la escalera sin fin.

Agradecimientos:

En primer lugar quiero agradecer a Ana su gran profesionalidad, seriedad  e implicación en las ceremonias. Y a parte de realizar unas ceremonias muy bien preparadas, destacar su gran corazón y su presencia.

Agradecer también a su marido Jose su presencia y a todos los asistentes que nos guardan durante la ceremonia, muy importantes también, ya que no me dejaron en ningún momento, haciéndome sentir arropada, grandes almas GRANDE TRIBU! MITAKUYE OYASIN. AHO!

Una sala muy bien preparada, con una música maravillosa, el sonido de los tambores fantástico, los cuencos...

Y aun habiendo tenido una experiencia dura doy gracias a la madre AYAHUASCA por todo lo enseñado.

GRACIAS GRACIAS GRACIAS.

Todo esto lo escrito des de mi más sincera humildad y con el único objetivo de compartir.

M. A. R.