La solución Chamánica a nuestros problemas.

 

La recuperación del alma es una de las técnicas más antiguas y efectivas que nos ofrece el Chamanismo. En diferentes culturas indígenas se considera una enfermedad el carecer de alma ya que nos debilita provocando enfermedades a nivel físico, mental y espiritual.

El Chamán es el artesano del alma, aquel que trabaja con nuestra esencia vital, el que realiza viajes para buscar respuestas, poder e información de sus guías, maestros y espíritus desde otras realidades invisibles y por tanto es el que recupera el alma de la persona devolviéndola al cuerpo con la finalidad de sanarla.

Me voy para no sufrir.

El alma se pierde, huye o desfragmenta de su cuerpo debido a los traumas. El trauma es un recuerdo asociado con una experiencia negativa y para sobrevivir a ello una parte de nuestra esencia vital se separa de nosotros porque no puede soportar tanto dolor.

¿Quién no ha sufrido en su vida desengaños? Impactos tan penosos que nos han dejado totalmente ausentes, adormilados, cansados…

Cuando ello ocurre es el alma la que se va, no puede más, se separa de la realidad que no le gusta y le hace daño.

De esta forma vivimos un presente incompleto con partes de nosotros separadas en otros lugares, absorbiendo nuestra energía, robándonos la vida y nuestro poder.

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¿Quien no se ha preguntado en más de una ocasión por qué ha cambiado y no es como lo era hace años?

 

Nos ponemos excusas; el tiempo que pasa, la dureza de nuestra existencia, los problemas… Es cierto en parte, pero en otra es la pérdida de alma o lo que se conoce en psicología como partes del yo que pueden separarse provocado por una experiencia traumática.

Los chamanes a diferencia de otros especialistas, creemos que el alma va a otros mundos donde sigue viviendo una existencia paralela, mejor o peor, viajamos hasta allí para recuperarla y devolverla a su morada, su cuerpo.

La recuperación de alma es una práctica que se realiza especialmente en estos casos: Depresión, tristeza, desconexión; sensación de no saber qué hacer en la vida, vacío interior que no se llena con nada, lagunas en la memoria, pérdida de un ser querido, enfermedades crónicas, cirugía, estado de coma, aborto, accidente, adicciones, incesto, abusos, violencia de género, fracaso, estado de "ausencia", falta o disminución del poder personal y/o vitalidad, etc.

Cuando experimentamos estos u otros traumas, una parte de nuestra alma o energía vital se separa de nosotros para sobrevivir a la experiencia y para escaparse de todo el impacto de la pena.

Me voy para no sufrir, el Chaman va a buscar esas partes del alma, regresándolas al cuerpo, el cual recupera todo su poder y energía.

 

Bucear en los abismos del alma.

 

La recuperación de alma es un gran acto de fe y confianza. Mediante el viaje chamánico, el Chamán conoce el mundo íntimo del consultante, los motivos que alejaron el alma de su cuerpo, permite sanar a la persona al regresarle ese potencial que supo tener y perdió.

Conocer los mundos donde habitan estas almas es de vital importancia para la recuperación de la persona, ya que brinda datos que le ayudarán a comprender cómo y porqué perdió su alma, y esto contiene a su vez la sanación del momento de la pérdida.

 

Responsabilidad de querer cambiar.

 

El compromiso de la persona para dar un cambio en su vida es primordial. El apoyo de un especialista que la guié en su camino es importante para seguir esta nueva andadura, asentando las nuevas bases que dirigirán el resto de su existencia. El estilo de vida que tenemos en la actualidad es un marco muy propicio para perder nuestra alma.

Nos fijamos más en lo que tenemos, en lo que somos, en  vez de nuestro interior y esto es un conflicto que nos debilita. Hoy más que nunca hemos de ocuparnos de nosotros en lugar de pre- ocuparnos. En buena parte depende de cada uno de nosotros la vida que tenemos, las circunstancias y el sendero que nos labramos.

Toda acción tiene una consecuencia. Si no te gusta el eco que oyes, fíjate en la voz/ señal que emites.